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                                            ACTITUD PROACTIVA

 

En los párrafos anteriores  se introdujo el argumento relativo a la vinculaciόn de la actitud y la productividad, que ahora se  pondera con mayor profundidad.

 

Contrario al pensamiento predominante anterior a los trabajos de Frederick W. Taylor,  el mojoramiento de la productividad no está condicionado al esfuerzo corporal de la persona, para lograr el objetivo de hacer más con lo mismo, o lo mismo con menos.

 

Ciertamente, el empeño y la estamina son fundamentales; no obstante, el elemento medular para lograr niveles superiores de productividad es el conocimiento y las competencias,  sustentados  de una estructurada actitud.

 

El concepto actitud es de amplio uso en la cotidianidad, lo cual no significa que exista  un conocimiento difuso de la estructura y características de esta entidad psicolόgica. Veamos algunos elementos implícitos en esta aseveraciόn.

 

Conceptualizaciόn y características de la actitud

La actitud es una construcciόn psicolόgica; es un posicionamiento  de fuerza y calidad mental. La actitud se define como “una evaluaciόn global aprendida de un objeto – persona, lugar o evento, que influencia pensamiento y acciόn.”  VéaseRichard  M. Perloff, 2017 

La actitud es una manera sistémica de reaccionar a ciertos estímulos sociales; es una entidad cognitiva – emotiva, que caracteriza una persona;  la misma no se puede observar directamente, no obstante, se  infiere en una persona a través de sus acciones.

 

Organizaciόn sistémica de la actitud: su estructura

Se puede conceptualizar la actitud como una predisposiciόn a reaccionar  de manera consistente, favorable o no, respecto a una determinada entidad. La misma genera un estado mental que guía, que comanda, en determinadas circunstancias, el comportamiento de una persona.  La actitud transmite  un fuerte componente emotivo.

Las personas no nacen predispuestas a dar una valoraciόn,  positiva o negativa, a las cosas con las cuales interactuan.  Socializando  con los demás se adquieren las  maneras de reaccionar a determinados estímulos. La niñez  y la adolescencia son las etapas de mayor propensiόn a desarrollar  actitudes. No obstante, debido a la plasticidad neuronal, las actitudes de una persona se pueden siempre modificar  reestructurando los circuitos  neuronales que les dan origen. Esto puede ocurrir en el curso de toda la vida de una persona.

Las actitudes  pueden  estar enraizadas  en el ámbito familiar o en el grupo que se frecuenta, en la cultura de la  sociedad en la cual la persona se ha desarrollado, incluso el ámbito religioso.  Las personas tienden a asimilar sin cuestionamiento las creencias comunes prevalentes en el  contexto social en el cual se crece.

Las actitudes se desarrollan  y cimentan en  las interacciones sociales; lo mismo que con las informaciones recibidas relativas aun ente referencial. Las actitudes constituyen un sistema dinámico complejo, que se estructura con  el aprendizaje que una persona adquiere en elproceso departicipaciόn e integraciόn  social; vale decir, familia, grupo, comunidad, conglomerado relacional, etc.

La actitud genera una potente fuerza de atracciόn o rechazo, tendencialmente  a favor o en contra, respecto a un sujeto social, un evento, un lugar determinado.  Nótese como  se polarizaron, en maneras contrapuestas, las actitudes de las personas en todo el mundo en relación a la pandemia  covid – 19.

Funcionalidad de la actitud y las consecuencias

La actitud nos facilita la categorizaciόn de personas, lugares y eventos; la misma nos permite rápidamente delinear una situaciόn particular, en un momento dado. La actitud nos permite afinar una  percepciόn, un  juicio, lo mismo que el comportamiento resultante. La actitud guía nuestras acciones  dando direcciόn y  sentido  a nuestros actos, en funciόn de nuestras creencias. Generan los impulsos determinados a defender causas e ideologías; sin embargo, son fuentes de prejuicios, estigmas y bloqueos de posiciones alternativas y resistencia al cambio.

Es oportuno puntualizar  que ciertas actitudes  están  radicadas en esquemas mentales tan fuertemente estructurados que  dificultan la flexibilidad mental; otras, al contrario, pueden ser débiles, fáciles de influenciar.

La actitud induce la persona  a no ser imparcial en relaciόn a un determinado argumento;  no se está libre de prejuicios.

La actitud es un sistema cuya estructura contiene varios elementos, como son: creencias, sentimientos, intenciones de asumir   un determinado comportamiento, y el comportamiento mismo. En fin,  La estructura de la actitud está constituida por los siguientes tres tipos de componentes: cognitivo, afectivo y conductual.  

No siempre la actitud es consistente; se puede dar el caso de actitudes contradictorias respecto a una misma entidad, evento o lugar.

La actitud se puede adquirir tanto a través de estímulos motivacionales  - recompensas / castigos, lo mismo que por via de la absorciόn de informaciόn relativa al objeto referencial.

Teoría de las expectativas – valor

Para facilitar la cuantificaciόn de la actitud de una persona, la teoría de las expectativas – valor asume que las actitudes de una persona contienen dos tipos de componentes:

  • Componentes cognitivos; ejemplo, las creencias
  • Componentes afectivos; ejemplo, los sentimientos

Esta teoría sustenta que la actitud de una persona es una combinaciόn de sus  creencias o expectativas relativas a un cierto objeto y los sentimientos o evaluaciones de tales expectativas. La misma fue desarrollada por Martin Fishbein e Icek Ajzen, en el año 1975, cuya vigencia aun pervive.

De acuerdo con este enfoque, la actitud de una persona se puede cuantificar considerando los respectivos atributos de sus  creencias, multiplicados, respectivamente, por las evaluaciones de tales atributos. La misma se formula como sigue:

A = ∑ bᵢ x eᵢ

Donde: bᵢ es igual a cada crencia y eᵢ igual a cada evaluaciόn. VéaseRichard  M. Perloff, 2017